Ahora que están tan de moda los programas y concursos de cocina, te propongo una receta refrescante para el verano:
El picadillo de tarjetas de crédito
Ingredientes:
- Todas las tarjetas de crédito que tengas tú y tu pareja.
- Las tarjetas de débito que uses para pagar en tiendas.
- Tijeras grandes.
Pasos:
Tú ya sabes...
Variante:
Si aún no tienes un fondo de emergencia y un colchón de seguridad, mira en qué tarjeta tienes más crédito y ¡congélala!
¿Como se congela una tarjeta de crédito?
- Toma un sobre de plástico con autocierre, deposita la tarjeta, añade agua, cierre y mételo en el congelador.
- Olvídate de que hiciste esto.
¿Que utilidad tiene esto?
Te dará la tranquilidad de saber que en caso de emergencia tienes con qué pagar, pero al estar congelada evitaras usarla para cualquier otro propósito.
Propiedades dietéticas:
El picadillo de tarjetas de crédito contribuirá a disminuir tus compras innecesarias, y en poco tiempo erradicará las cuotas y los intereses que pagas al banco.
Acabarás con más dinero disponible para emplear en aquellas cosas que de verdad te importan.
Notas de degustación:
Las tarjetas de crédito son uno de los instrumentos más perjudiciales creados por la sociedad de consumo. Permiten al consumidor gastar antes de tener dinero sin notarlo, por que no salen billetes ni monedas de su bolsillo.
Además implican unos costes altísimos, con las tasas de interés más elevadas de entre todos los préstamos.
Su uso viene de buscar el premio antes de hacer el trabajo, rompiendo la regla de que «todo esfuerzo tiene su recompensa» pero con una consecuencia de un esfuerzo aún mayor sólo por no esperar.
Es un instrumento que invita a vivir por encima de nuestras posibilidades, lo que sabemos que se paga muy caro.
Hazte este regalo y degusta tu también el picadillo de tarjetas de crédito, y si puedes, invita a tus amigos.