jueves, 28 de mayo de 2015

No es cuánto ganas, es cuánto te queda

Hace unos días hice un sencillo ejercicio con un grupo de clientes que resultó muy revelador. Se trataba de calcular de memoria y rápidamente los gastos, el ahorro y los ingresos.

A todos les resultó complicado decir lo que gastaban. En cuanto al ahorro, la mayoría declaró que no ahorraba y varios pensaban que gastan más de lo que ingresan. Los que ahorraban, tampoco tenían muy claro cuánto.

Sin embargo casi todos conocían bien sus ingresos, en especial los trabajadores por cuenta ajena.

Este simple ejercicio les concienció de que necesitan saber lo que gastan y de que su nivel de ingresos no tenía mucha influencia en su nivel de ahorro, pues había personas que ahorraban teniendo ingresos modestos y otras con ingresos altos gastaban de más.

Las personas suelen equiparar su nivel de ingresos con su nivel de riqueza, lo que es un gran error. Lo importante es cuánto dinero del que pasa por tus manos se queda contigo. Si eres una persona que gasta más de lo que ingresa, si doblas tus ingresos, tus gastos aumentarán igual, y tendrás cada vez un problema mayor. Primero necesitas convertirte en una persona que ahorra y sólo entonces será el momento de aumentar tus ingresos.

Si quieres mejorar tu economía, necesitas saber cómo está realmente y para ello necesitas saber lo que gastas. El simple hecho de ponerte a controlar tus gastos ya hará que disminuyan, pero es sólo el primer paso.

lunes, 25 de mayo de 2015

Fábricas de autoestima

Este fin de semana he asistido al taller «Train the trainers» de la escuela de emprendedores Jung y he vivido una experiencia maravillosa: Ver cómo nos desnudábamos emocionalmente en público muchas personas con afán de superación.

Es revelador ver cómo personas que aparentan dureza son profundamente tiernas. Pero lo que más me ha impactado es ver cómo personas dulces, amorosas, generosas, personas que quisieras tener siempre cerca, se consideran así mismas poco valiosas. Unas por exceso de autoexigencia y otras por que alguna vez hicieron caso de alguien estúpido que les dijo algo desagradable.

Con esta experiencia me he hecho más consciente de varias cosas. La baja autoestima es un mal demasiado extendido, lo que por un lado me provoca personalmente un «consuelo de tontos» pero por otro me provoca ganas de comprar pastillas de autoestimulina para repartir por el mundo. Pero quizás este sea uno de los problemas, que buscamos soluciones rápidas a situaciones que llevan años consolidándose. En realidad todos sabemos la solución de la baja autoestima. Como su nombre indica, cada uno la llevamos dentro, es «auto-». Es cuestión de querernos más, de tirar a la basura la creencia de que quererse a uno mismo es egoísta.

Y entonces ¿Qué podemos hacer para ayudar a los demás a mejorar su autoestima? Pues algunas cosas muy sencillas, que además nos servirá para mejorar la nuestra propia:

  • Sonreir mucho. Sonreir nos hace sentirnos mejor automáticamente. La sonrisa se contagia. Sonríe siempre, aunque sea para ti. 
  • Dar abrazos. Pero abrazos de verdad, no a distancia, no unas palmaditas la espalda. Abrazos para sentir a la otra persona y transmitirle tu energía. 
  • Hacer elogios sinceros. Dile a las personas que te encuentres alguna cosa buena que admires de ellas. Algo que sientas de verdad. Siempre puedes encontrar algo que elogiar de otra persona. 

Si quieres saber más cosas que puedes hacer para mejorar tu autoestima y la de los demás, lee el maravilloso libro "Cómo ganar amigos e influir sobre las personas" de Dale Carnegie, que además te servirá para otras muchas cosas...

jueves, 21 de mayo de 2015

¡Quiero ser rico! ¿Para qué?

Posiblemente cualquier persona que conozcas quiere ser rica. Incluso aquellas que dicen que valoran más otras cosas, realmente sólo están justificando su mala situación económica haciendo ver que no es importante.

Pero se me plantean dos cuestiones. Primero ¿Qué es ser rico para ti? A esta cuestión pienso dedicarle otra publicación, pero para ahora quedémonos con que es tener dinero de sobra.

La segunda es ¿para qué quieres ser rico? Sí, sí ¿para qué? ¿Qué harías si lo fueras? ¿Lo tienes claro? Para la mayoría de las personas simplemente se trata de un sueño inalcanzable, por lo que ni siquiera se plantean estas preguntas. Así, cuando a una de estas personas le toca un premio de lotería responde que va a «tapar agujeros», a comprarle un piso a los hijos o a hacerse un viaje. Muchos de ellos dirán que can a seguir trabajando en lo mismo, por que realmente no saben qué hacer.

Está estudiado que las personas a las que de repente les llega mucho dinero, no les mejora la vida. Simplemente pasan una temporada de alto nivel de vida, para luego volver al mismo punto en el que estaban, y muchas veces a un estado peor, pues han comprado cosas con altos costes de mantenimiento.

Debes saber dos cosas:
  1. Hacerse rico no es un sueño inalcanzable, es sólo cuestión de seguir un plan de acción con disciplina y tener la paciencia suficiente. Cuanto antes empieces mejor, el tiempo juega en tu contra.
  2. Si llegas a rico y no sabes para qué, dejarás de serlo.

Así que deja de pensar que ser rico no es para ti y ponte a la tarea de saber exactamente para qué quieres serlo, qué vas a hacer cuando llegues y ten claro cual es la vida ideal que deseas.

Yo ya lo tengo muy claro, una de las cosas que están en mi vida ideal es ayudar a otras personas a conseguir tener su vida ideal. Si tú quieres, yo puedo ayudarte.

lunes, 18 de mayo de 2015

¡No te preocupes!

«¡No te preocupes!» es una de mis expresiones prohibidas. Decirle a alguien «no te preocupes» es tan contraproducente como decirle «no pienses en un iceberg», pues lo que vendrá a su mente será una preocupación del tamaño del iceberg. El cerebro piensa en imágenes y no es capaz de procesar el no. Por eso es más útil usar expresiones positivas, como por ejemplo: «Estáte tranquilo»
 
Sin embargo, hoy vengo a decirte que no te preocupes, pero por que es la cosa más absurda del mundo, por mucho que sea la más común de las cosas absurdas.

Básicamente hay dos categorías de preocupaciones: Las cosas en las que no tenemos ninguna capacidad para cambiarlas y aquellas en las que sí tenemos esa capacidad.

En la primera categoría podrían estar la situación económica internacional o la posibilidad de un terremoto. Estarás conmigo en que es completamente absurdo e inútil malgastar la más mínima cantidad de tiempo y energía en estas cuestiones, pues no las vamos a poder cambiar.

En la segunda categoría están aquellas cosas de las que podemos ocuparnos, con lo que de nuevo es absurdo preocuparse. Lo que sí debemos hacer es tomar la decisiones, primero si vamos a ocuparnos o no.

Por ejemplo mi amigo Ernesto González, incluye en su lista de tareas por hacer una categoría fantástica: «La lista de cosas de no hacer»; allí pone esas cosas que alguna vez pensó que debía hacer, pero que por fin a decidido no hacerlas y por tanto se libera de ellas de un plumazo y de la preocupación asociada.

Así que, en resumen, olvídate de las cosas en las que no puedes hacer nada, no hagas lo que en realidad no es importante y ocúpate de las cosas que sí lo son. 

jueves, 14 de mayo de 2015

Cuestiona tus creencias

¿Te has preguntado alguna vez de dónde vienen tus creencias?

La mayoría de las personas vivimos con creencias que no sabemos de dónde vienen y que ni siquiera cuestionamos por que siempre han estado ahí. Muchas serán creencias infantiles tan absurdas como la existencia del hombre del saco, sin embargo las seguimos teniendo por que no sin evidentes cómo esta, pero seguramente mucho más dañinas.

Es más si alguien externo viene a cuestionarnos nuestras creencias tendremos una reacción airada «Lo que yo creo es la verdad».

Así que no esperes que alguien venga a cambiar tus creencias limitantes o absurdas, pues tu mente no se lo permitirá. Sólo tú puedes hacer algo, y lo primero es cuestionarte de dónde vienen tus creencias, por qué decidiste creer que eso era la verdad. Pues déjame que te diga que esa no es la verdad, es sólo tu percepción particular de la realidad.

¿Crees que eres una persona tímida, poco atractiva o incapaz de hablar en público. ¡¡¡Falso!!! Tanto si crees eso como si crees todo lo contrario no es más que el resultado de tu decisión. Así que cambiar la clase de persona que eres es tan fácil como decidir cambiar tu forma de pensar acerca de ti.

De hecho hace unos años aprendí a cambiar el pasado ¿Cómoooo? ¡Si el pasado es inmutable! ¡Anda ya! Piensa un poco ¿Qué es el pasado? ¿Es lo que tú recuerdas que pasó o es lo que recuerdan los demás? Si es una cosa inmutable que nadie recuerda con precisión ¿cómo puedes saber cual fue la realidad? Así que ¿por qué no cambiar tus recuerdos o al menos la forma en que interpretas esos recuerdos? Si alguien te dijo que eras feo, tímido, malo o inútil ¿Eso era real? ¿Te quería dañar? ¿Quizá te quería proteger? Ya que no puedes saber con certeza como fue el pasado ni cómo es la realidad, sé inteligente y decide creerte lo que te haga ser la mejor versión de ti mismo.

lunes, 11 de mayo de 2015

Análisis riguroso de oportunidades de negocio.

En mi anterior entrada explicaba los criterios para descartar rápidamente un negocio. Básicamente uso los mismo criterios cuando aparece alguno que no descarto y me pongo a analizarlo, pero aparte de ser más riguroso y profundo, ahora es esencial aplicarlos por cierto orden, mientras que en el caso del descarte daba lo mismo.


He visto mucha gente enamorarse de un plan de compensación, pensando en todo el dinero que pude ganar, o en un producto o servicio por que ellos mismos eran consumidores satisfechos. Sin embargo, estos son de los últimos criterios que debemos analizar, para evitar ese enamoramiento que nubla nuestra razón y nos impide analizar bien todos los demás criterios.


Y no me entiendas mal, no digo que no haya que ponerle amor y pasión a la tarea de desarrollar un negocio. Lo que digo es que te enamores de un negocio serio que te va a dar alegrías mucho tiempo, y no de un príncipe azul que va a irse de parranda con los amigotes y las amiguitas en cuanto te descuides...


Por ello este es el orden que yo sigo:

  1. El historial de la empresa que está detrás del negocio y el historial de sus directivos o dueños.  Quizá este sea el punto más aburrido y tedioso, y por ello el que muchas personas se saltan. Hacerlo bien significa pasarse por el registro mercantil o pedir un informe a alguna consultora (los hay bien asequibles por Internet) Mucha gente se conforma con que alguien le ha dicho que lo hizo, o con que el amigo del primo de un vecino se reunió en persona con el Director General. Déjate de cuentos, comprueba personalmente todos los datos, lee todos los documentos y busca los que no te proporcionen.

  2. Que el dinero provenga de la venta externa de productos o servicios. No quiero decir que los afiliados no puedan comprar los productos de la empresa, que si son buenos es de pura lógica que lo hagan. El problema está en que muchas empresas basan todo su negocio en el autoconsumo de los afiliados, y eso es síntoma de que el producto es muy malo, además lógicamente la empresa no puede repartir más dinero del que ingresa, con lo que la gran mayoría de los afiliados no ganarán nada y muchos perderán.

  3. Muy ligado con el punto anterior es que el producto o servicio tenga mercado y se realmente se venda. Ciertas empresas confían en que la distribución multinivel hará la magia de vender un producto obsoleto, y nada más lejos de  la realidad.

  4. Que esté muy claro de dónde sale el dinero. Asegúrate de que ese producto o servicio es realmente la base del negocio y que no se trata de una mera tapadera. Es raro que una empresa con buen historial y con un buen producto no se base en sus ventas, pero no está de más asegurarse.

  5. Pregúntate si el producto que vas a vender y el trabajo que has de realizar esta realmente alineado con tus gustos, si vas a estar feliz desarrollando el negocio, independientemente del dinero que ganes. No pienses que sólo por el hecho de poder ganar mucho dinero vas a hacer algo que no te guste.

  6. Solamente cuando los cinco puntos anteriores estén bien asegurados, es cuando debemos entrar a analizar el plan de compensación, cuanto dinero puedo ganar. Normalmente las personas empiezan a analizar los negocio por aquí, y esto es un grave error, pues la codicia es muy poderosa y el pensar en todo el dinero que puedes ganar te hace creer que todo lo demás está bien. Así que repito, sólo analiza el plan de compensación al final y asegurate de que además de ser generoso, es sostenible. Si es demasiado generoso, hay un gran peligro de que no lo sea y entonces la empresa o bien quebrará o bien cambiara su plan por otro mucho peor del aquel del que te enamoraste.